El talento artístico combinado con el espíritu emprendedor

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Columnista invitado: Hans Rothgiesser. Economista de la Universidad del Pacífico con maestría en periodismo por la Universidad de Gales (Reino Unido). Actualmente miembro del Consejo Consultivo del Grupo Stakeholders.


Todd McFarlane es un artista querido por muchos, pero odiado por otros.  Como sea, ha sido innovador en dos grandes áreas. Primero, en su estilo de dibujo. Él fue el que comenzó a dibujar a Spider-Man con las telarañas desordenadas, como unos espaguetis que salían disparadas en distintas direcciones, enredadas y salpicadas. Hasta él, las telarañas de Spider-Man siempre eran rectas, como una línea directa entre su disparador y su presa. McFarlane cambió eso para siempre, al igual que otros muchos detalles. Y al cambiar la forma como se veía, cambió en cierta forma la personalidad de un personaje muy popular.  Pero la segunda área en la que cambió la escena quizás sea la más importante.

McFarlane también es uno de los fundadores y el promotor más ferviente de la editorial de historietas Image Comics. La historia de su origen es inspiradora. Había dibujado la historieta de Batman y la de Hulk, pero con Spider-man fue que se hizo superestrella. Esto fue en 1988.

Él dibujó la primera aparición de Eddie Brock, el villano conocido como Venom, que ha sido adaptado a la pantalla varias veces y que incluso ha tenido su propia película. En 1990 se dio el lujo de exigirle al editor Jim Salicrup que quería él escribir sus propias historias, que luego él mismo ilustraría. Marvel Comics aceptó. Estaba centrado en Spider-man, pero incluía apariciones de otros superhéroes relevantes de ese universo, como Wolverine o Ghost Rider.

Lamentablemente McFarlane fue volviéndose cada vez más difícil hasta que se fue de Marvel Comics de una manera bastante pública después de haber cumplido con quince ejemplares de esa serie. Para él, el principal problema era la forma cómo se compensaba a los artistas y la poca lealtad que generaba la editorial con ellos. En una pelea que tuvo con el editor frente a otros artistas le reclamó que su padre había trabajado en una fábrica toda su vida y en reconocimiento por su lealtad, la fábrica le había regalado un reloj fino. McFarlane luego le reclamó al editor en jefe de Marvel Comics a gritos en dónde estaba su reloj.

Se fue, pero ya era una superestrella, así que se pudo dar el lujo de juntar a otros seis artistas conocidos y formar su propio sello editorial, Image Comics. Partiendo del principio de que el artista debe ser correctamente compensado si produce una historieta que se vende bien, creó un nuevo sistema en el cual los autores no pierden los derechos de sus personajes o de sus títulos.

Si una historieta se vendía bien, los artistas reciben un porcentaje de esos ingresos.  Esto era algo relativamente novedoso para su época. Tomen como referencia que los creadores de Superman, uno de los superhéroes más populares y rentables de la industria décadas atrás fueron mendigos, incluso cuando la película basada en su personaje fuese una de las más taquilleras de la historia del cine.  McFarlane estaba empecinado en crear un sistema que fuese más justo.

El resultado fue un rotundo éxito. Image Comics hoy en día es la tercera casa editorial de historietas después de Marvel Comics y de DC Comics, que era lo máximo a lo que podía aspirar, considerando que estas dos primeras cuentan con grandes corporaciones respaldándolas. Su primer gran éxito, la historieta Spawn, con un personaje creado por McFarlane e ilustrada por él, pero con textos escritos por guionistas contratados externamente, demostró que estaban por buen camino. Encontró la fórmula que otras seguirían luego: Sacar un personaje nuevo en una historieta nueva, hacerlo popular utilizando todos los trucos que han ido aprendiendo en el camino para luego vender los derechos del personaje para que sea adaptados a otros medios. Funcionó como una mina de oro con la célebre serie de televisión The Walking Dead, las películas Kick-Ass, los demandados juguetes de Spawn y las recientes adaptaciones a la televisión Invincible y Jupiter’s Legacy.  Los artistas no pierden sus derechos, ganan por el éxito de sus creaciones y Todd McFarlane en el camino se ha podido comprar muchos, muchos relojes finos con la tajada que se queda.

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