La transformación digital al 2022 en el Perú

Toca dimensionar los retos de la Transformación Digital en el Perú y empezar a esbozar hoy propuestas para su desarrollo.
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Columnista invitado: Cristian Mesa Torre*


Las políticas públicas, en su sentido menos formal, se construyen en base a cursos de acción (decisiones) y flujos de información (situaciones o hechos que alimentan el proceso). Esto también se aplica a las políticas públicas digitales principalmente porque los flujos de información en el campo digital son mucho más dinámicos. Así se alimentan tanto del proceso propio de la transformación digital del país como de la constante mirada a los procesos globales principalmente orientados a la generación de políticas y casos de éxito de las denominadas tecnologías disruptivas o del desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial. Sin embargo, no resulta fácil poder hacer un seguimiento exhaustivo y sistemático de estas. Todo cambia de un día a otro.

Esto nos lleva a analizar también nuestra propia dinámica regional en materia de generación, gestión y desarrollo de políticas públicas digitales. A nivel de construcción de una agenda pública digital, el discurso de la externalidad positiva que propició el COVID — 19 para el proceso de transformación digital de los países de América Latina fue positivo y un aliciente, principalmente porque permitió posicionar los temas digitales en la agenda pública regional. Tarea compleja esencialmente porque los decisores públicos del más alto nivel (Presidente y Ministros) no comparten necesariamente el discurso de los stakeholders digitales, o su interpretación del uso y adopción de la tecnología no obedece a un enfoque transversal o incremental. Este discurso va perdiendo el impulso que suscitó al inicio de la pandemia y, en este sentido, obliga a los hacedores de políticas y decisores a identificar espacios, discursos o ventanas de oportunidad que permitan construir una nueva agenda para guiar las políticas públicas actuales en materia digital.

Para el caso del Perú, este impulso venía de un proceso anterior a la pandemia, con la construcción de un marco normativo nuevo (Ley de Gobierno Digital, la creación del laboratorio de gobierno y transformación digital del Estado; la creación del Sistema Nacional de Transformación digital y el marco de confianza digital) que permitió, desde mi punto de vista, posicionar tres aspectos clave:

  1. La generación de un marco de gobernanza nuevo y generar mecanismos de coordinación amplios con todos los sectores,
  2. Incluir en la agenda pública nacional las tecnologías emergentes y
  3. Operacionalizar conceptos para poder generar una agenda pública futura**

Adicional a ello, la necesidad de políticas y de iniciativas orientadas a la digitación del sector público fue clave en la etapa de pandemia. Hoy es otro escenario y se requiere de una nueva agenda pública o Agenda Setting y que los stakeholders digitales y también los no digitales la hagan suya.

De esta manera, pensar una agenda de políticas públicas digitales al 2022 no resulta fácil: por la cantidad de lentes que tenemos que probar o como si tuviéramos que contar los lados de un apeirógono. Un factor importante y que impulsa, retroalimenta o incluso frena este proceso es la coyuntura política actual caracterizada principalmente por dos poderes contrapuestos. Asimismo, en esta dinámica de poder se generan propuestas en materia digital de ambos frentes y que propician un espacio de políticas nuevo para el diseño de las políticas públicas digitales que es importante tener en cuenta.

la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública ya cumplió su ciclo y se hace necesario su actualización y un debate amplio.

En esta línea, otro elemento importante a considerar es el nivel estratégico. Se encuentra en construcción el Plan de Desarrollo Nacional al 2050 a cargo de CEPLAN. Donde resultará clave generar una mayor conciencia sobre la importancia de la tecnología como un habilitador para el desarrollo nacional.

Asimismo, destacar que la Política de Gobierno 2021–2026 que ha incluido compromisos de distintos sectores que abrazan el proceso de transformación digital. Lo cual es valioso en la construcción de agendas, en el desarrollo de los instrumentos de gestión (PEI, POI, CAP) y la asignación de recursos para el desarrollo de proyectos y servicios orientados a la digitación y digitalización de las entidades públicas. Asimismo, contar con el eje N.º 8: Gobierno y transformación digital con equidad para el desarrollo de la ciudadanía digital, la economía digital; la inclusión digital, la educación y el talento digital; la seguridad y confianza digital constituye un espacio de políticas importante.

Por otro lado, a nivel de los marcos de políticas queda por definir cómo va ser la articulación o complementariedad entre la Política 35 del Acuerdo Nacional, la Agenda Digital al Bicentenario y la Política Nacional de Transformación Digital, en proceso de construcción. Como primera aproximación al desarrollo de los marcos de gestión en materia digital es claro que el principal objetivo será aprobar la Política Nacional de Transformación Digital y las estrategias que de ella decanten como la aprobación, algunas ya anunciadas, del Plan Estratégico de Inteligencia Artificial o El Plan Estratégico de Talento Digital. Al respecto, considero que los esfuerzos para el 2022 deberían apuntar a una Estrategia Nacional de Seguridad Digital y una Estrategia Nacional de Datos. Principalmente por dos razones:

  1. La transversalidad que proporciona ambos temas; y
  2. que la Estrategia Nacional de Datos permitirá contar con una Estrategia de Inteligencia Artificial y de Talento digital mucho más robustas.

Es decir, no queremos tener todas las piezas del lego, requerimos elegir bien las piezas y construir las bases para hacer un modelo incremental.

Otro elemento importante a posicionar son los marcos de gobernanza aprobados en la ley y el reglamento que aprueba el Sistema Nacional de Transformación Digital. Estos marcos de gobernanza “ómnibus” porque no dejan ningún instrumento de gestión pública fuera y resulta beneficioso para el propio proceso de transformación digital y donde será necesario implementar los instrumentos de gestión establecidos (Centro Nacional de Seguridad Digital, El Centro Nacional de Datos, El Centro Nacional de Innovación Digital e Inteligencia Artificial, La Infraestructura Oficial de Firma Electrónica y El Registro Nacional de Protección de Datos Personales). Asimismo, impulsar la labor de los nuevos roles de la transformación digital (Oficial de Gobierno de DatosOficial de Datos Personales, Oficial de seguridad digital )y cumplir con las tareas asignadas en las disposiciones aprobadas.

También resulta estratégico enarbolar la bandera del desarrollo digital regional y local. Los últimos informes de Gobierno electrónico elaborados por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas — UNDESA señala que el desarrollo del Gobierno Digital a nivel de las naciones no necesariamente concuerda con el desarrollo subnacional (regional o local) a pesar que son los actores del aparato público que interactúan y tienen una relación más directa con los ciudadanos. Esto debe tomarse en cuenta porque, se viene un recambio de autoridades y resulta vital poder incidir en proyectos de digitalización que tengan un impacto significativo desde el 2023 en adelante. Es aquí donde se debe mirar experiencias en la región y dar lugar a modelos de acompañamiento o incentivos.

Algunas propuestas para este desarrollo digital regional:

  • Generar un nuevo marco de coordinación con una mirada descentralista y permanente
  • Generar marcos de gestión que posibiliten la asignación de recursos
  • Generar espacios de mentoría y desarrollo de proyectos articulado con actores clave del desarrollo subnacional

La modernización del Estado también formará parte de la agenda de gestión de la transformación digital del 2022. Principalmente porque la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública ya cumplió su ciclo y se hace necesario su actualización y un debate amplio. Asimismo, considerar dos aspectos centrales:

  1. Hoy en día la modernización de Estado no se puede entender sin el rol protagónico de la tecnología lo que lleva a algunos autores a denominaciones como Estado Exponencial*** o el modelo institucional Inteligente relacionado con la formación de un Estado Inteligente**** y
  2. El rol que cumple la innovación pública para contar con soluciones de corto plazo y alto impacto. Al respecto, se debe establecer los medios de articulación necesarios y evaluar el rol de los actores responsables de su implementación considerando que existen responsabilidades compartidas dentro de la propia PCM.

En cuanto a conectividad, la tarea es más clara. Continuar con el fomento del cierre de brechas de conectividad, el desarrollo de los proyectos regionales a cargo de PRONATEL de las zonas de preferente interés social y los proyectos en la zona selva. Asimismo, el despliegue de los Centros de Acceso Digital (CAD) y Espacios Públicos de Acceso Digital (EPAD). También que se concrete el tránsito a la administración de la Red Dorsal Nacional de Fibra óptica. Para mayor detalle de los avances se puede visitar el Observatorio de Pronatel.

se viene un recambio de autoridades y resulta vital poder incidir en proyectos de digitalización que tengan un impacto significativo desde el 2023 en adelante

En salud, se tiene instrumentos de gestión para el desarrollo de la tele salud (ley marco, reglamento y Plan Nacional de Tele salud 2020 -2023). Asimismo, una Agenda Digital del Sector Salud 2020–2025***** que establece una serie de dimensiones, fases, objetivos específicos y estrategias a tener en cuenta y que se deberá evaluar y optimizar de ser necesario. Los objetos estratégicos de la mencionada agenda son:

Objetivo Estratégico 1: Fortalecer el ecosistema de salud digital y su gobernanza

Objetivo Estratégico 2: Desplegar a nivel nacional la historia clínica electrónica y la Tele salud

Objetivo Estratégico 3: Mejorar la confiabilidad y disponibilidad de la información para su uso en el análisis y en la toma de decisiones en diferentes niveles.

Objetivo Estratégico 4: Promover la maduración, el desarrollo y la innovación tecnológica en salud

En cuanto al campo educativo, la labor es ardua porque no basta que los niños tengan una mejor educación o conectividad sino un nuevo modelo educativo orientado al desarrollo creativo y multidisciplinar como la educación STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). Asimismo, velar también por el desarrollo del desempeño docente, la modernización de la gestión y garantizar la infraestructura tecnología para los próximos 5 años. Un esfuerzo importante en esa línea es el “Proyecto Educativo Nacional al 2036”.

En cuanto a la transparencia, la participación ciudadana y la rendición de cuentas, sirven como un enfoque de modelo de gestión valioso que debe ser empoderado y ampliado hacia la gestión regional y local. Existen esfuerzos importantes desde distintas entidades, sin embargo, se requiere un mayor impulso. Una oportunidad es reactivar la labor de los actores del Gobierno Abierto y en esta línea evidenciar lo avanzado y aprovechar el proceso de la elaboración del Quinto Plan de Acción de Gobierno Abierto 2022–2024.

A nivel del desarrollo de la economía digital, hay un proceso importante llevado a cabo por la Comisión Multisectorial de Inclusión Financiera y un seguimiento exhaustivo al cumplimiento de la Política Nacional y el Plan Estratégico de Inclusión Financiera. Dado los avances mostrados se debe continuar y fortalecer este desarrollo. En esta línea, otra pieza clave es el desarrollo del comercio electrónico, que debe también dar continuidad y ampliar a los acuerdos comerciales llevados a cabo por MINCETUR para la promoción y el desarrollo del comercio electrónico. Destaca su la labor en el Marco de la Alianza del Pacifico, la OMC, MERCOSUR, ALADI ente otros. Acompañan a este proceso las iniciativas orientadas a la confianza digital ( seguridad digital, la ética , la transparencia, la protección de los datos personales y la protección al consumidor)

Finalmente, este artículo es una primera aproximación a la transformación digital del país y en este sentido entendemos a la transformación digital como un proceso permanente, continuo y transversal y que tendrá que aprovechar durante este 2022 todas las ventanas de oportunidad que se presenten en cada una de las múltiples aristas que la conforman fortaleciendo el modelo de gobernanza digital recientemente instalado. Asimismo, el desarrollo de políticas digitales basadas en evidencia y partiendo por un eje central: el desarrollo de la Política Nacional de Transformación Digital y principalmente tener una mirada descentralista para una nueva etapa tanto del gobierno digital como de la transformación Digital.

*Cristian Mesa Torre es Mg. en Ciencia Política con mención en Gestión Pública y Políticas Públicas, con interés en temas de Gestión Pública, Políticas Públicas, Monitoreo y Evaluación, Gobierno Abierto, Gobierno Digital e Innovación Pública. Columna reproducida con permiso del autor.

REFERENCIAS

**Estos aspectos deberán ser explorados y analizados en mayor detalle con estudios a profundidad.

***Oscar Oszlak denomina «Estado Exponencial» al desarrollo de un nuevo modelo de Estado que busca aumentar la capacidad de anticipación y preparación del Estado para enfrentar y adaptarse a los cambios tecnológicos.

****Carles Ramio ha venido explorando sobre el rol modelo gerencial versus modelo institucional, Inteligencia artificial, la robótica y modelos de Administración pública.

*****Aprobado por R.M. N 816–2020/MINSA

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